México. El 1 de octubre, Ifigenia Martha Martínez y Hernández, con su rostro marcado por los años y asistida por un respirador, presidió un momento histórico en la Cámara de Diputados. Recibió la banda presidencial de Andrés Manuel López Obrador y la entregó a Claudia Sheinbaum Pardo, declarando a esta última como presidenta constitucional de México.
La escena evoca a Valentín Gómez Farías firmando la Constitución de 1857, testigo de la separación entre Iglesia y Estado. Hoy, Ifigenia Martínez, figura crucial en la política mexicana desde los años 80, ve culminar su lucha por la democratización y la participación política de las mujeres. Fundadora de la Corriente Democrática del PRI y del PRD, ha brillado tanto en economía como en el servicio público.
Este 1 de octubre es significativo no solo por el relevo presidencial, con Claudia Sheinbaum como la primera mujer en liderar el Poder Ejecutivo en Norteamérica, sino también por el desempeño de Ifigenia Martínez en su contribución a instituciones como la UNAM, la ONU y la reforma del Distrito Federal ha sido fundamental.
Ver a Ifigenia Martínez como presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara es un merecido homenaje a su dedicación por un México más justo y democrático.