En el segundo debate presidencial de México, destacó un intenso intercambio de acusaciones entre Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez, mientras Jorge Álvarez Máynez se concentró en destacar sus propuestas. A solo 35 días de las elecciones, los candidatos se enfrentaron en los Estudios Churubusco, abordando temas cruciales como el crecimiento económico, la pobreza y el cambio climático.
Desde el comienzo, Gálvez, de la alianza PAN-PRD-PRI, calificó a Morena como un “narcogobierno”. En respuesta, Sheinbaum recordó la gestión de Felipe Calderón y acusó a Gálvez de beneficiarse de contratos ilegales durante su tiempo como funcionaria pública. Gálvez reafirmó la legalidad de sus contratos, incluso aquellos obtenidos bajo el actual gobierno, y contraatacó mostrando una imagen comprometedora del exesposo de Sheinbaum.
Mientras tanto, Álvarez Máynez de Movimiento Ciudadano, optó por una estrategia de soluciones, evitando las disputas y respondiendo a las preocupaciones de los ciudadanos plasmadas en videos de todo el país.
El debate también puso sobre la mesa la reciente reforma al sistema de afores. Gálvez criticó la gestión económica del gobierno actual, acusándolo de robarse las pensiones, mientras que Sheinbaum defendió la reforma como una corrección necesaria a las fallidas políticas pensionarias previas del PRIAN.
Este debate clarificó las estrategias de los candidatos: Sheinbaum y Gálvez mantienen una lucha directa, mientras que Álvarez Máynez se posiciona como la voz de propuestas razonadas y concretas.